"El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe a donde va"
Saint Exupery
El entusiasmo y la pasión son como chispas divinas que se materializan, si es que logramos que aterricen, a veces logramos que eso suceda cuando nos enfocamos y nos disciplinamos para llevarlo a cabo.
Disciplinarse significa perseverar hasta alcanzar tus objetivos, objetivos propios de ese ser particular que eres, un ser con virtudes y cualidades especiales, muy diferente a los demás aunque unido al todo.
Ese entusiasmo y esa chispa que se despierta en ti es única, puedes entusiasmar a otros, pero no verán las cosas exactamente de la misma manera que tú, si depositas la chispa en los demás puede no llegar a su fin, porque te fue dada a ti y solo a ti, de ti depende que se materialice.
Solo la verdadera disciplina llena de confianza, fortaleza, paciencia, humildad y escucha hacen del hombre una chispa divina.